Creo que los probables lectores de estas líneas ya conocen los hechos que en ellas se van a narrar. Pero, de todas formas, haré un resumen de estas últimas tres semanas. Porque tres semanas son mucho tiempo sin contaros nada. Porque la vuelta de las competiciones requiere ir adquiriendo ritmo. Y porque me da la gana.
Recordemos que el año se cerraba con la brillante victoria de nuestro equipo sobre el RD D. Ya lo sé, esó lo conté extensamente en mi última crónica. Pero permitidme que lo repita. Resulta muy agradable. Tras esa jornada gloriosa, la competición abrió un paréntesis vacacional. Paréntesis que se cerrará este viernes, 9 de enero de 2009, con la ultima ronda de la ida de esta liga. Tras enfrentarnos al Gimnastic C en su local, solo nos faltará el aplazado contra Almoster C para haber jugado contra todos los equipos de nuestro grupo.
Pero, pese a la falta de competición oficial, estas tres semanas han deparado varios aconteciomientos interesantes (pantagruélicos festines aparte). Por ejemplo, una inundación que ha afectado de forma directa a nuestro campo de juego. Entendiendo por campo de juego tanto la sala grande, como la mesa propiamente dicha. Agua, agua y más agua. Agua a raudales. No vi personalmente ese fenómeno de la naturaleza (convenientemente canalizada a partir del grifo del vecino), pero por lo que me han contado, y por los restos que aun se aprecian, tuvo que ser un auténtico espectáculo. Esto nos privó de nuestro habitual ritmo de entreno, pero no de una de esas noches surealistas en las que jugamos a ajedrez, bajo el tenue resplandor del alumbrado público, en una sala a la temperatura del exterior pero con mayor humedad.
Aun no hacia un año que un escape pequeño nos dejaba sin luz la noche de Reyes. Esta vez los lares se habian superado: ya en año nuevo nos llega el agua por el tobillo y nos deja sin luz cuatro días. Feliz año nuevo.
El sabado 3, sin entrenamiento pero con mucho descaro, nos deplazamos a la Selva para jugar un bonito open que allí se organizaba. Competian tres categorías: promoción, individual y dobles. Entendimos que por promoción se referian a sub16, así que jugamos (Pep y Jose Luis) en las categorias individual y dobles. Suerte, si nos llegan a dejar apuntar a promoción hubiesemos perdido con niños que apenas llegaban a la mesa. Así pudimos perder con grandisimos jugadores de tenis de mesa. Nos divertimos mucho y aprendimos bastante. Lo primero, que a este nivel lo mismo da tenis de mesa que ajedrez. Para el caso, supongo que lo mismo seria parchis. Nos juntamos una panda con ganas de reirnos, lo organizaron como bien pudieron, nos juntamos con gente que conocemos de otros torneos (bueno, se conocian ellos, pero ya entendeis lo que quiero decir: mira fulanito, pues el otro dia ganó a menganito, pero hoy le van a...). Vimos partidas de varios niveles: mejor que el nuestro, mucho mejor que el nuestro y mucho mejor que el de todos los demas. En concreto, el actual fichaje del Gratallops ganó la absoluta y los dobles sin despeinarse. Por la calvita, por la coleta y porque no se le vió hacer ningun esfuerzo excesivo ni innecesario. Cuando acabó, tras jugar dos seminifinales y dos finales seguidas, tenía un leve sudor humedeciendo su frente. El tipo es realmente bueno. ¿Qué?. ¿Como dices?. Ah, nosotros... Bueno, pues nosotros cumplimos con todas las espectativas que habíamos levantado: perdimos todos y cada uno de los juegos en todas y cada una de las partidas. Primero en el dobles. Por el exceso de inscripción se hizo una primera fase eliminatoria. Ese fue nuestro úinico partido de dobles. Afortunadamente jugamos contra una pareja muy buena, la de la Llira Vendrellenca. De hecho fueron los que llegaron a la final para ser derrotados por el figura dels Llops. Y digo por suerte, porque cuando juegas con alguien muy superior tienes la posiblidad de jugar. Pueden ganarte comodos sin tener que forzar. Saben lo suficiente para dejarte jugar sin que resulte humillante. Por ejemplo, te sacan sin efecto para que puedas pelotear y ya te ganaran el punto por colocación. En este aspecto estamos contentos (al menos yo lo estoy), nos coordinamos bastante bien y pudimos hacer unos 5 puntos por juego. Creo que quedó muy digno, nos divertimos mucho y podemos presumir de haber jugado nuestro primer open. En el individual no tuve tanta suerte (hablo de mi, a Pep no pude verlo jugar porque lo hacía simultaneamente en otra mesa). Entre en un grupo de tres del que me eliminaron rápidamente. Y digo que no tuve suerte porque los otros dos jugadores no eran, ni de lejos, tan buenos. El primero que me toco era tan malo como yo. De hecho me plante con un 4-7 a mi favor en el primer juego. Continuamos con un 6-9. Y no entiendo como, no entiendo por que, pero se me encogió el brazo. El caso es que palme 11-9. Y no lo entiendo porque a mi no me importaba un cargajo ganar o perder. Yo había ido a pasar el rato y eso ya lo estaba consiguiendo. Tanto me mentalicé que el siguiente juego las piqué todas sin miedo. Las piqué sin miedo, y sin criterio. Resultado 11-8 y partida perdida (a 3 juegos). Mal rollo, porque me da igual ganar o perder, pero sabe mal perder algo que me parece que debería haber ganado. En fin, son cosas que pasan. La siguiente partida fue contra un elemento que juega en un equipo de primera. Este era mas bueno, mas bueno que el de antes y mas bueno que yo. Pero no suficientemente bueno como para no ponerse nervioso cuando yo llegue a 6 en el primer juego. Alli decidió que tenía que asegurar y empezo a sacar con todo el efecto que sus conocimientos y entreno ponían a su disposición. La consecuencia inmediata fue que no conseguir colocar en la mesa ni un solo resto. Patético. No devolví los dos últimos del primer juego, no devolví los dos primeros del segundo, perdi los papeles, no gané mi saque, no delvolví los siguiente y alli se acabó todo. Resultado final 11-6, 11-1. Y con eso se saldó mi primera intervención en un open individual. Sin vaselina ni nada.
Y fue muy divertido. Tanto que por la tarde volvimos a las finales. A mirar claro.
El colofón a estas semanas de fiestas fue, como veniamos esperando, la noche de reyes.
Atención ********** SPOILER !! *********** en las próximas lineas.
Llevo 24 años participando en el 'montaje' de la noche de reyes. 20 ó 21 de ellos con el equipo d'escacs. La mitad en mayestática actitud. Y, tras 12 años de paisano, este año me he dejado barba. Una barba crecida y cuidada con amor durante 69 dias con sus correspodientes noches. Una barba debidamente cardada, teñida de castaño y con reflejos dorados. Una barba que ha tenido el honor de compartir la noche con la barba, blanca natural, de Ton, maestro de maestros. Y, ante este panorama, Pep no puedo menos que exclamar: Me teneis negro! Carles, solo fatabas tu, pero entendemos que tu tenías niños propios que te impedían ir a visitar los de los demas. A cambio de esta baja, el equipo de TT contaba como habitualmente con el apoyo de su afición incondicional. Esta vez la demencia vestía casacas y pañuelo a la cabeza. Súmale los veteranos al volante, los sobrinos advenedizos, la institucinalidad radicalizada y tienes un magnífico equipo de 12 'personas'. Un equipo entrenado y entregado. Un equipo unido y divertido. Un equipo que funcionó perfectamente en todos los sentidos, salvo las cagadas que pudiera cometer este humilde servidor de vuesas mercedes. A las 19h empezó la sesión de maquillaje. A las 20h estabamos todos vestidos y preparados. A las 20:10 partía la caravana con destino a la primera actuación. No voy a hacer un relato de cada una de las casas visitadas. Los que estuvisteis allí ya lo vivisteis. Los que no, deberías probarlo alguna vez. Es una experiencia... una experiencia. Tengo que deciros, de corazón, que disfruté mucho. Hacía 12 años que no me implicaba de esta manera concreta y, de verdad, fue muy emocionante. No me arrepiento ni de uno solo de los 69 dias rascándome la barba. Todas y cada una de las horas que pasé con la sotana puesta valieron la pena.
A las 01:30 horas del dia de Reyes, regresamos a la AEC con la satisfacción pintada en nuestros rostros. Unos más cansados, otros más animados, dimos buena cuenta del embutido, el pan, las avellanas y el vino. Y cuando los mayores ya se retiraban exhaustos a sus preciados lechos, el sector joven del ala radical reeditaba la maravillosa tradición de exprimir la noche hasta el final, recibiendo los primeros rayos del alba con una maratón de anti. Tampoco os resumiré cada una de las partidas que se jugaron esa noche. Solo recordar que la suerte es una dama veleidosa. Y que la concentración fluctua de forma curiosa según las horas y las personas. Si he de sintetizar lo aprendido en esas horas de esfuerzo intelectual, lo hare en solo dos carácteres: h4.
Supongo que en esos momentos debíamos rebosar las mismas endorfinas que los que llegan estragados al final de la RPR o a su primer 3000. El caso es que nos dimos un paseo de más de 1 Km con una sonrisa en los labios. Luego rematamos con un chocolate con churros, que no solo es tradicional, sino que resulta de lo más apetecible a las 8 am y con los termómetros en una zona que no se veía hacia muchos meses en este pueblo.
Supongo que aquí acabó la jornada para los penúltimos efectivos de nuestro equipo. Si alguien tiene curiosidad, le puede asegurar que cumplí mi promesa de llegar a casa renovado. Aun tuve tiempo de nadar 200m, hacer 15 minutos de sauna y afeitarme.
Las 11 am es tan buena hora como cualquier otra para meterse en la cama. Incluso mejor que la mayoría, dadas las circunstancias.
Gracias por los buenos momentos. Un abrazo a todos y mis mejores deseos para el año que empezamos.
dijous, de gener 08, 2009
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Comentaris del missatge (Atom)
Bueno, para los maricas que teníamos sueño y que haciendo pareja con el Roger no teníamos rival... h4 es una nueva variante en anti? ganadora?
ResponEliminaClaro que tenías rival. Lo dejaste a tu espalda, cada vez más lejos a medida que huías. Me hubiese gustado verte a las 5 de la madrugada. En fin. Si, h4 es una variante en anti. Tiene la gran ventaja de poderse jugar tanto con blancas como con negras. Ganadora? Pues unas veces si y otras no. Pero Jordi la esta perfeccionando.....
ResponEliminaSolo decir después de esta bonita crónica que a las 5 a.m. nuestros triumfos, Santi, hubieran bajado mucho. No por nuestros desméritos - que también - sinó por el enchufe de Jordi que metía las piezas (y más los peones) como... weno no se puede comparar.
ResponEliminaOtro tema sería a partir de las 6 que ya sabemos donde iban esos peones ;)